Experiencia de un usuario junto a un voluntario de una de las residencias de Hermanas Hospitalarias
Durante el curso pasado, una voluntaria joven venía una vez a la semana a la residencia donde yo vivo. Durante una hora me enseñaba a utilizar el ordenador. Yo no sabía mucho sobre esto y gracias a su ayuda aprendí lo más básico.
Todas las semanas esperaba con ganas a la voluntaria ya que además de usar el ordenador, hablábamos sobre temas muy interesantes: libros, viajes… también reíamos y nos tratábamos con mucho respeto y cariño.
Gracias a su ayuda y mi esfuerzo este curso he podido apuntarme a una formación básica de informática.
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